Teocracias, racismos y otras miserias




CONSTITUCION ESPAÑOLA 1978 De los derechos fundamentales y de las libertades públicas
Artículo 16

  • 1. Se garantiza la libertad ideológica, religiosa y de culto de los individuos y las comunidades sin más limitación, en sus manifestaciones, que la necesaria para el mantenimiento del orden público protegido por la ley.
  • 2. Nadie podrá ser obligado a declarar sobre su ideología, religión o creencias.
  • 3. Ninguna confesión tendrá carácter estatal. Los poderes públicos tendrán en cuenta las creencias religiosas de la sociedad española y mantendrán las consiguientes relaciones de cooperación con la Iglesia Católica y las demás confesiones.



En la mayoría de las ciudades europeas hay varias iglesias, entendidas como edificios singulares dedicados a centros de culto religioso.

En Vitoria-Gasteiz, escenario cotidiano de nuestras vidas, estamos acostumbrados a considerar las iglesias como equipamiento: Cuando se construye un barrio, rápidamente, el Obispado se pone en marcha para construir una iglesia o habilitar una lonja ¿Para atender las necesidades espirituales de sus fieles? o ¿para marcar un territorio?

Las Instituciones políticas y administrativas, aún emplean protocolos trasnochados en festividades, donde los ritos religiosos son protagonista: Fiestas Patronales (advocaciones a vírgenes y santos). Aún se producen encendidos debates y reclamaciones para "Jurar ante Dios" o ante la Ley por parte de políticos electos en aras de la libertad de expresión o de culto.

La práctica de la religión traspasa el ámbito privado y sale a la calle en procesiones, misas, funerales, bodas, etc. ocupando espacios públicos y atenciones populares. Los símbolos religiosos (imágenes, crucifijos, etc.) están tan asumidos que resultan invisibles.

El franquismo impuso el nacional-catolicismo. Una suerte de simbiosis Iglesia-Estado para mantener un totalitarismo que invirtió la tendencia de limitación del poder eclesiástico al ámbito religioso y del que aún, este país, no se ha liberado. La Iglesia defiende sus privilegios seculares y, naturalmente, se resiste a renunciar empleando su poderosa influencia en todos los ámbitos. El cristianismo está tan arraigado, que nadie se plantea su influencia.

Han surgido nuevos cultos, nuevas prácticas religiosas. Los primeros en llegar fueron los Testigos de Jehová a finales de los 70.  A finales de los 90 aparecen personas con otras formas de vestir y otros colores de piel que provocan ciertos recelos entre la población. Se se abre el abanico religioso.

Algunas tendencias políticas alimentan estos recelos, irresponsablemente y al borde del delito -racismo- en algunos casos.

Los nuevos vecinos se incorporan a la ciudad, se hacen visibles, ocupan la calle y pretenden ejercer la Libertad de culto, de su culto, de su religión y entonces ....
- Se pone límite al número de lugares de culto.
- Se dificulta la construcción de Centros de Culto.
- Se protesta por los cánticos y el ruído que producen.
- Se ocasionan daños en lugares previstos para nuevos cultos.
- Se oponen los vecinos.

ASIMETRIAS:
En la prensa de hoy: El Correo 07-09-2011



FUENTE IMG: blogs.educared.org


¿Estamos reproduciendo las Cruzadas medievales de lucha contra el infiel cambiando los argumentos?

¿Dónde está la tolerancia, la convivencia, la educación, el respeto y la difusión de estos valores?

¿Se sacrifican estos valores en aras de rentabilizar la demagogia?




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